jueves, 22 de mayo de 2025

Qué oportunidades y retos tiene el comercio internacional colombiano con la adhesión a la Franja y la Ruta?

 


Con este acuerdo histórico, el gobierno busca diversificar la economía colombiana. La profesora Lisette Cervantes comparte su análisis, argumentando que el futuro del comercio internacional colombiano depende de una mayor comprensión del modelo chino.

Por: Lisette P. Cervantes Galván - profesora del departamento de Mercadeo y Negocios Internacionales.
 

Como colombiana que tuvo la oportunidad de cursar sus estudios de posgrado en China, he podido observar con profundidad tanto las oportunidades como los desafíos que enfrenta Colombia en el comercio internacional actual. Vivir en China me permitió ver de primera mano cómo esta potencia asiática articula sus relaciones internacionales y comerciales, cómo opera su visión estratégica a largo plazo y, especialmente, cómo proyecta su Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI, por sus siglas en inglés), a la cual Colombia se vinculó el 14 de mayo en el marco del IV Foro Ministerial China-Celac.

Desde esa experiencia, considero que el futuro cercano del comercio internacional colombiano está marcado por la necesidad urgente de diversificación de socios comerciales, aumento del valor agregado en nuestras exportaciones, y una integración más estratégica con los polos emergentes del poder económico global, como Asia, y particularmente China. Sin embargo, para que este proceso sea sostenible y beneficioso, debe venir acompañado de un conocimiento más profundo y contextualizado de los modelos culturales, políticos y económicos de nuestros nuevos socios. Aquí es donde radica uno de los principales desafíos, “el desconocimiento profundo que se tiene sobre China en Colombia, tanto a nivel empresarial como institucional y académico”. 

En un futuro cercano, Colombia debe centrarse en la consolidación de sectores como el agroindustrial, las industrias creativas, los servicios tecnológicos y la manufactura especializada. Pero para que estos sectores se internacionalicen de forma sostenible, Colombia debe mejorar su infraestructura logística, facilitar la integración regional y fortalecer su capacidad negociadora frente a actores globales con mayor poder económico.

Ver nota completa aquí
El sector público debe profesionalizar sus equipos negociadores, crear unidades especializadas en Asia dentro de los ministerios de Comercio y Relaciones Exteriores, y establecer mecanismos de evaluación rigurosos para los proyectos vinculados a la Franja y la Ruta. Así mismo, el sector privado debe invertir en conocimiento de mercado, alianzas estratégicas y adaptación cultural. No se trata solo de exportar productos, sino de construir relaciones a largo plazo con socios chinos.

Una verdadera inserción de Colombia en el comercio global del siglo XXI exige más que tratados y cifras. Exige apertura mental, humildad para aprender del otro y voluntad política para apostar por la educación, el diálogo y la cooperación. China no es un socio más, es un mundo distinto, con el que solo podremos construir puentes, si lo entendemos y lo respetamos. Ese es, quizás, el mayor desafío y la mayor oportunidad del comercio internacional colombiano en las próximas décadas.

Desde 2007, la Universidad del Norte realiza la Cátedra Asia Pacífico, en el marco de la Cátedra Global, un espacio en el que se ofrece a la comunidad universitaria y a la región Caribe, las tendencias de este continente milenario en aspectos políticos, económicos, culturales y académicos. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario