Miembro de una tradicional familia política, a Carlos Holmes Trujillo solo le quedó pendiente alcanzar su sueño de ser presidente. Lo intentó en dos ocasiones como precandidato del Centro Democrático y estaba a punto de dejar la cartera de Defensa para aspirar por tercera vez. Pero a primeros de enero empezó a encontrarse mal en la ciudad caribeña de Santa Marta, tras asistir a un Consejo de Seguridad, y dio positivo en Covid-19. Le trasladaron el 11 a una clínica de Barranquilla y dos días después, a la UVI del Hospital Militar de Bogotá, donde falleció en la madrugada del martes.
De 69 años de edad, no pudo superar “la neumonía viral grave”, según un comunicado de la Presidencia, “agravada por complicaciones relacionadas a sus comorbilidades”.
Carlos Holmes Trujillo deja una dilatada carrera en la vida pública. Fue alcalde de Cali, ministro varias veces, embajador en Rusia, Austria, ante Unión Europea, entre el abanico de altos cargos que ocupó en cinco gobiernos de diferentes partidos.
Horas antes de su deceso, había fallecido otra reconocida personalidad de la nación sudamericana. El veterano sindicalista Julio Roberto Gómez, presidente de la CGT (Confederación General del Trabajo), de 70 años y diabético, llevaba desde diciembre en cuidados intensivos, también a causa del virus.
El jefe de Estado Iván Duque apareció en televisión a las 5.15 horas de la mañana, para emitir una declaración desde Casa Nariño, rodeado de la cúpula policial y militar, cargada de elogios hacia quien fuera el más influyente miembro de su gabinete, al que más escuchaba.
“Tuve el honor de compartir principios e ideales con él, y de luchar juntos por el bienestar de los ciudadanos”, manifestó el Presidente. “Parte de este mundo terrenal en cumplimiento del deber, enfrentando a un enemigo invisible como es esta dolorosa pandemia”, agregó. Primero le nombró ministro de Exteriores y año y medio más tarde, le encargó Defensa, carteras ambas de gran visibilidad pública en Colombia y buenas plataformas para lanzarse a la presidencia.
Además de Carlos Holmes Trujillo, también padecieron el Covid-19 la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez y la ministra de Exteriores, Claudia Blum, si bien ellas solo estuvieron confinadas en sus casas y se recuperaron sin mayores dificultades.
SEGUNDA OLA
El fallecimiento de los dos mencionados supone una voz de alarma para un país muy golpeado por la pandemia. Con dos millones de contagios, 51.747 muertos hasta el martes y una agresiva segunda ola que los mandatarios locales intentan detener a base de imponer cuarentenas y toques de queda, el problema principal es la saturación de los centros médicos. Las UVI en Bogotá superan el 90% de ocupación y en ciudades como Popayán han llegado al 100% en algunos momentos.
En cuanto a las vacunas, el panorama no es muy esperanzador. El gobierno anunció que ha comprado 5 millones a Pfizer y AstraZeneca y otros 29 millones a otras farmacéuticas, en parte por el método Covax. Tienen como propósito cubrir a 34 millones de habitantes de los 50 que componen la población total.
Las primeras 850.000 arribarán a mediados de febrero, sin especificar aún la fecha, y estarán destinadas al personal médico de primera línea y a los mayores de 80 años. En marzo serán 3.852.000, según el médico Fernando Ruiz, ministro de Salud, que especificó la cifra exacta que esperan recibir cada mes hasta final de año.
Aunque las voces oficiales aseguran que todo está organizado, han aparecido en el horizonte unos amenazantes nubarrones, como figura jurídica muy particular, llamada “tutela”. Consiste en que un ciudadano puede presentar una demanda ante un juez cualquiera para frenar una actuación del gobierno con la justificación de que viola sus derechos.
Tanto le preocupa al Ejecutivo la posibilidad de una anunciada lluvia de tutelas, que Duque mantuvo un encuentro con los nueve magistrados de la Corte Constitucional, el órgano judicial que podría verlas en segunda instancia. Les detalló el programa de vacunación con el fin de transmitirles que lo diseñaron apegados a las indicaciones del comité científico, pero distintas voces criticaron al Presidente alegando que no puede avasallar la legítima defensa de los derechos ciudadanos.
A ello cabría agregar la numerosa población emigrante venezolana y un sistema de salud precario. Habrá que esperar unas semanas para comprobar si el gobierno es capaz de superar todos esos obstáculos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario