El sector empresarial colombiano, especialmente las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), expresa su creciente preocupación ante el debilitamiento progresivo de la economía real y la falta de condiciones adecuadas para sostener la producción y el empleo.
Según datos recientes, aunque el 59% de las empresas ha mantenido su planta de personal en lo corrido del 2025, cerca del 40% está operando por debajo del 50% de su capacidad instalada, lo que refleja un entorno económico adverso y poco favorable para el crecimiento. Esta subutilización de capacidad no solo limita la competitividad, sino que frena cualquier posibilidad de expansión productiva.
El tejido empresarial está resistiendo, pero no creciendo. Las decisiones de política pública deben corresponder a la realidad que vivimos en las fábricas, oficinas y comercios del país”, señaló Rosmery Quintero, directora ejecutiva de ACOPI.
Inversión sin impulso, informalidad en aumento
Pese a algunos avances en transformación digital y capacitación del talento humano, los empresarios reportan que sus inversiones se orientan principalmente a la sobrevivencia y no al crecimiento. La incertidumbre jurídica, los cambios regulatorios y el aumento de la carga tributaria han frenado decisiones clave.
Paralelamente, la informalidad continúa siendo el único refugio para miles de trabajadores y emprendedores ante un entorno que no les ofrece garantías ni estabilidad. Esto representa un riesgo estructural para el país, pues se debilita la base contributiva y se agravan las brechas sociales.
Reforma laboral sin concertación y confianza en riesgo
Uno de los puntos que más inquieta al sector es el rumbo de la reforma laboral. La falta de concertación y la imposición de medidas sin análisis técnico han llevado a una caída en los contratos a término indefinido y han generado inseguridad jurídica para las empresas.
Asimismo, la reciente decisión de suspender la regla fiscal y las señales contradictorias en materia tributaria han afectado la confianza inversionista. Hoy, muchos empresarios optan por dirigir sus recursos hacia instrumentos financieros en lugar de proyectos productivos.
Llamado urgente al Gobierno y al Congreso
Desde ACOPI y el sector empresarial se hace un llamado urgente al Gobierno Nacional y al Congreso de la República para:
Establecer reglas claras, estables y concertadas que incentiven la inversión, el empleo y la formalización.
Escuchar activamente a los empresarios, actores clave para la recuperación económica del país.
Fortalecer los programas de desarrollo productivo de base, especialmente para los más de 3 millones de unidades económicas familiares que representan el 70% del tejido empresarial colombiano.
- No se puede construir justicia social debilitando al sector que genera el empleo. Sin empresa, no hay futuro”, concluyó Quintero.
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