martes, 25 de septiembre de 2018

mujer que fingiò falso embarazo debe cumplir con los pagos de comparendos


Referente al  caso que recordó a la famosa ‘barriga e’ trapo’ y que se reportó la noche del sábado se estableciò que la mujer debe responder ante estos hechos, asì lo manifestò ayer el coronel Gelver Yesid Peña comandante operativo de la Policìa metropolitana de Barranquilla.
Un monto de 1.314.000 pesos deberá pagar Antonella Milena Santiago Padilla, la mujer de 37 años que engañó el pasado fin de semana a las autoridades y a su familia con un supuesto embarazo y un rapto casi que de película. Así lo manifestó ayer el coronel Gelver Yecid Peña, comandante operativo de la Policía Metropolitana de Barranquilla, en relación al caso que recordó a la famosa ‘barriga e’ trapo’ y que se reportó la noche del sábado. 
El oficial explicó que Santiago Padilla “engañó a la fuerza pública, utilizó los medios de la seguridad ciudadana en beneficio propio y pretendió sostener una mentira con información que encontró en internet”. 
Por esta razón, según lo expuesto por el oficial, la mujer fue multada con un comparendo del Código de Policía por “agredir, irrespetar o desafiar a un policía”, equivalente a 657.000 pesos, y otro más por “mala utilización del 123” con un valor de 657.000 pesos. En noviembre de 1997 , el miedo por perder a su ‘amado’ llevaron a la desesperación a Liliana Cáceres, de 16 años, a inflarse una barriga con ropas y trapos para fingir un embarazo.  Por la amplitud de su vientre se regó  la voz de que la mujer podría parir hasta 6 bebés. “En la casa no había espejo, por eso no me veía, yo exageré con ese poco de ropa. La gente quería tocarme, pero yo no me dejaba agarrar de absolutamente nadie”, señaló la mujer a EL HERALDO en noviembre de 2017, cuando se cumplieron 20 años del evento propio de una novela de Gabriel García Marquéz. 
El engaño del curioso caso que dio la vuelta al mundo, se descubrió cuando médicos del Hospital Universitario en su desesperación por practicarle una ecografía, la agarraron de las extremidades y comprobaron que la mujer revestía un delantal plástico bien hecho con unos bolsillos llenos de ropa. 

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