lunes, 30 de junio de 2025

Radiografía económica

Por Eduardo Verano de la Rosa

La evolución de los manejos de la banca moderna ha ido tan rápido como las nuevas tecnologías, las exigencias de una financiación cada vez más ajustada a los requerimientos del costo del dinero y la gestión óptima de riesgos con unas matrices cada vez más sofisticadas que incluyen los ambientales. La tendencia es simplificarlos a través de normas y fortalezas académicas.


Hay una visión a corto plazo, relativamente microscópica del desarrollo de los mercados, de sus tasas de interés que suben y bajan. También habrá una visión telescópica de largo alcance para apreciar el mayor panorama posible y su impacto en los negocios actuales. 


Es la manera de mirar hacia adelante y, a pesar de las incertidumbres, hay que tomar decisiones con estabilidad y confianza. Definitivamente el mundo bancario le otorga importancia a las restricciones del poder ejecutivo y la independencia total para que la Banca Central garantice un manejo monetario impecable y de mucha salud para la economía.


Los empresarios tienen en su mirada la gran disputa internacional entre Estados Unidos y China. El famoso fin de la historia de Fukuyama no se ha dado ni se va a dar y aunque la política sea cada vez más aburrida, la economía se vuelve cada más interesante al inyectarse de los ritmos de crecimiento del fintech, empresas de altas tecnologías que hacen que haya unos esquemas nuevos a nivel global. 


Ya no hay un polo de crecimiento, ahora miramos hacia un mundo multipolar que impone un mayor liberalismo económico y todos son promotores de la independencia de la Banca Central.


El impacto en los mercados financieros es notable. Altas tasas de interés y una mayor volatilidad del tipo de cambio y un mayor costo de los esquemas de investigación del riesgo. Todo se vuelve más costoso.


El dólar, a su vez, ya no es el activo ideal para ahorrar dinero. Cuando se quiere tranquilidad y seguridad ya no tiene la misma fortaleza de antes. En el pasado, todos se refugiaban en el dólar y ahora huyen porque no es lo que buscan los inversionistas.


Las potenciales expectativas en el ambiente bancario son de un mayor crecimiento económico: una mayor participación de mujeres con una visión y enfoque diferente al tradicional, ya no existen los famosos bonos demográficos que tanto apoyaron al empleo y mayor expectativa de vida hace que  el mercado laboral se esté llenando de gente mayor. 


La deuda pública, a su vez, representa un mayor porcentaje del PIB y hay más superávit del PIB, menor crecimiento, mayores tasas de interés e incremento de la deuda que obliga a reformas fiscales.


Por eso, el nuevo panorama internacional se muestra complejo: mayores tasas de interés, mayores tipos de cambio y mayor volatilidad. La salida: El enfoque gerencial y empresarial del mundo actual debe estar atento a la productividad.


Hay que cuidar los fundamentos macroeconómicos y los sistemas financieros para combinar lo técnicamente correcto con lo políticamente posible.


Lo que más preocupa, quizás, es la poca posibilidad de modernización de la economía ya que lo que se invierte en ciencia y tecnología no alcanza el 0.06 % del PIB mientras que en países como China es del 2 %.


En conclusión, debemos generar mayor confianza en el empresariado y autosuficiencia en la producción energética de gas, solo tenemos reservas para seis años aunque haya  mercados más baratos como en Spot Panamá.

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