Para los familiares de los tres periodistas ecuatorianos secuestrados y asesinados el pasado mes de abril por el disidente de las FARC, Walter Patricio Arizala, alias 'Guacho´', abatido este viernes en Colombia, reconocieron el trabajo del país vecino pero lamentaron que no fuera capturado vivo.
"Ninguna muerte es motivo de celebración. Aunque reconocemos el trabajo realizado por las autoridades colombianas, es lamentable que quien se adjudicó el secuestro y asesinato de cinco personas haya sido abatido en lugar de que lo hayan capturado con vida", dice un comunicado conjunto de los familiares.
Difundido poco después del anuncio del presidente colombiano Iván Duque de que sus fuerzas armadas habían conseguido matar al disidente de las FARC, los familiares explicaron que "con su fallecimiento mueren también las posibilidades de acceder a la información que poseía" sobre el secuestro y asesinato de Pául Rivas, Javier Ortega y Efraín Segarra.
"No sólo sobre lo que ocurrió con Paúl, Javier y Efraín, sino también con Óscar Villacís y Katty Velasco y sobre los vínculos entre las organizaciones narcodelictivas y la institucionalidad ecuatoriana", destacaron.
'Guacho', responsable entre enero y abril del asesinato de cinco civiles y cuatro militares ecuatorianos, murió hoy en una operación de las fuerzas de seguridad colombianas en la vereda (aldea) de Peña Caraño, en la zona de Llorente, que hace parte de Tumaco, el municipio de Colombia que tiene más hectáreas sembradas de coca.
Pero para los familiares, que han convocado mañana sábado a primera hora una rueda de prensa para explicar su postura, "este hecho de ningún modo significa que se haya hecho justicia".
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