Durante una sesión extraordinaria del Consejo Distrital y Departamental de Seguridad, las autoridades establecieron los procesos a seguir para reforzar las diferentes estrategias que permitan controlar los delitos de alto impacto durante la etapa de normalización de las medidas que se tomaron para controlar la pandemia en Barranquilla y el Atlántico.
El jefe de la Oficina para la Seguridad y Convivencia Ciudadana, Nelson Patrón Pérez, enfatizó en la necesidad de trabajar en equipo para mantener cifras con tendencia a la baja una vez se reactiven los diferentes sectores de la economía: “Tenemos claro que, al tiempo que se normalicen las diferentes condiciones sociales y económicas en la ciudad, también se reactivarán diferentes focos de actividad delictiva, para lo cual debemos mantener apoyo y coordinación entre todas las instituciones”.
Por su parte, el secretario del Interior del Atlántico, Yesid Turbay Pereira, afirmó que “debemos estar muy engranados para poder reactivar de manera segura los servicios de seguridad y justicia, igualmente debemos coordinarnos para afrontar la responsabilidad sobre la búsqueda de una nueva normalidad y encontrar la mejor la manera de operar para que no haya cuellos de botellas en los procesos judiciales”.
En la reunión, realizada por medios virtuales, la Policía Metropolitana expuso el seguimiento realizado a los comportamientos que afectan la seguridad y la sana convivencia en la ciudad, estableciéndose una tendencia a la baja desde el mes de marzo. A pesar de ello, el comandante de la institución, brigadier general Ricardo Alarcón Campos, afirmó que “de acuerdo con el comportamiento de ciertos delitos se estableció la necesidad de relanzar algunas estrategias para enfrentar el segundo semestre”.
En cuanto a los procedimientos de capturas y judicializaciones, las directivas de la seccional Barranquilla de Fiscalía General se comprometieron a implementar y fortalecer los protocolos de bioseguridad dentro de la URI, de acuerdo con las recomendaciones del equipo de Vigilancia Epidemiológica de la Secretaría Distrital de Salud, para recibir a las personas privadas de la libertad remitidas por la Policía y, de esta manera, garantizar la agilización de las acciones relacionadas con desmantelar estructuras delincuenciales.
Otro de los compromisos acordados en la sesión fue realizar una reunión con el INPEC para evaluar la distribución de cupos que permitirán trasladar a las personas judicializadas a los centros carcelarios.
Alumbrado público
Uno de los puntos tratados durante la sesión del Consejo Extraordinario de Seguridad fue el seguimiento al delito de hurto de cables de los sistemas de alumbrado público tanto en Barranquilla como en el Atlántico.
Dentro de las cifras presentadas por la Policía Metropolitana de Barranquilla se muestra una disminución del 71% en la ocurrencia de este delito; no obstante, el Consejo determinó que es necesario continuar con acciones para la identificación de los actores criminales, las capturas y recuperación del material y mantener las actividades preventivas en alianza con entes gubernamentales y empresas.
Las autoridades continuarán haciendo seguimiento a actividades ilícitas, como el hurto de cables de cobre, por ser un factor que altera las condiciones de seguridad en diferentes entornos.
El jefe de la Oficina para la Seguridad y Convivencia Ciudadana, Nelson Patrón Pérez, enfatizó en la necesidad de trabajar en equipo para mantener cifras con tendencia a la baja una vez se reactiven los diferentes sectores de la economía: “Tenemos claro que, al tiempo que se normalicen las diferentes condiciones sociales y económicas en la ciudad, también se reactivarán diferentes focos de actividad delictiva, para lo cual debemos mantener apoyo y coordinación entre todas las instituciones”.
Por su parte, el secretario del Interior del Atlántico, Yesid Turbay Pereira, afirmó que “debemos estar muy engranados para poder reactivar de manera segura los servicios de seguridad y justicia, igualmente debemos coordinarnos para afrontar la responsabilidad sobre la búsqueda de una nueva normalidad y encontrar la mejor la manera de operar para que no haya cuellos de botellas en los procesos judiciales”.
En la reunión, realizada por medios virtuales, la Policía Metropolitana expuso el seguimiento realizado a los comportamientos que afectan la seguridad y la sana convivencia en la ciudad, estableciéndose una tendencia a la baja desde el mes de marzo. A pesar de ello, el comandante de la institución, brigadier general Ricardo Alarcón Campos, afirmó que “de acuerdo con el comportamiento de ciertos delitos se estableció la necesidad de relanzar algunas estrategias para enfrentar el segundo semestre”.
En cuanto a los procedimientos de capturas y judicializaciones, las directivas de la seccional Barranquilla de Fiscalía General se comprometieron a implementar y fortalecer los protocolos de bioseguridad dentro de la URI, de acuerdo con las recomendaciones del equipo de Vigilancia Epidemiológica de la Secretaría Distrital de Salud, para recibir a las personas privadas de la libertad remitidas por la Policía y, de esta manera, garantizar la agilización de las acciones relacionadas con desmantelar estructuras delincuenciales.
Otro de los compromisos acordados en la sesión fue realizar una reunión con el INPEC para evaluar la distribución de cupos que permitirán trasladar a las personas judicializadas a los centros carcelarios.
Alumbrado público
Uno de los puntos tratados durante la sesión del Consejo Extraordinario de Seguridad fue el seguimiento al delito de hurto de cables de los sistemas de alumbrado público tanto en Barranquilla como en el Atlántico.
Dentro de las cifras presentadas por la Policía Metropolitana de Barranquilla se muestra una disminución del 71% en la ocurrencia de este delito; no obstante, el Consejo determinó que es necesario continuar con acciones para la identificación de los actores criminales, las capturas y recuperación del material y mantener las actividades preventivas en alianza con entes gubernamentales y empresas.
Las autoridades continuarán haciendo seguimiento a actividades ilícitas, como el hurto de cables de cobre, por ser un factor que altera las condiciones de seguridad en diferentes entornos.
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