El evento es organizado por la Fundación Nacional Batuta a través del programa ‘Sonidos de Esperanza’, con el respaldo del Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes y la Gobernación del Atlántico.
- Rindió homenaje a las ricas expresiones musicales de la región. Ochenta talentosos niños y jóvenes estudiantes de los Centros Musicales Batuta presentaron un repertorio vibrante que incluyó cumbia, vallenato, calipso, champeta, chandé y porro para rescatar tanto sonidos ancestrales como contemporáneos.
Barranquilla, Atlántico, 5 de noviembre de 2024. El Teatro José Consuegra Higgins vibró con la energía y el talento de 80 niños y jóvenes de Barranquilla y otros municipios del Atlántico en el concierto ‘Batuta le Canta al Caribe’. Esta velada ofreció a los participantes la oportunidad de mostrar sus habilidades musicales, reafirmar la identidad cultural y conectar con sus raíces a través de 12 emotivas canciones que celebraron el Caribe colombiano.
Organizado por la Fundación Nacional Batuta, bajo el programa ‘Sonidos de Esperanza’, con el apoyo del Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes y la Gobernación del Atlántico, el evento fue dirigido por Ramón González, coordinador nacional de coros infantiles de la fundación y experto en pedagogía musical.
‘Batuta le Canta al Caribe’ rindió homenaje a las ricas expresiones musicales de la región. Los participantes, provenientes del Centro Musical Batuta Villas de San Pablo, Gardenias La Luz en Barranquilla y Centro Musical Batuta Soledad, presentaron un repertorio vibrante que incluyó cumbia, vallenato, calipso, champeta, chandé y porro, rescatando tanto sonidos ancestrales como contemporáneos en las nuevas generaciones.
La velada también contó con la participación de los Gaiteros de Pueblo Santo, liderada por Marlon Peroza y el acordeonero Michel Molina. La agrupación reconocida en la música colombiana y nominada a los Latin Grammy en 2020, debutó junto a los jóvenes intérpretes fusionando ritmos que evocan la rica herencia cultural del Caribe, utilizando tambores africanos y flautas indígenas.
Canciones como ‘La taruya’, ‘Pueblo santo’, ‘El gallo y la gallina’, entre otras, emocionaron al público asistente.
El Ensamble y Coro Batuta del Atlántico, formado por estos niños y adolescentes, fue el alma del concierto, donde sus voces e instrumentos celebraron la grandeza de la música Caribe y el poder transformador de la educación musical. Durante la presentación, resonaron canciones del folclor como ‘La hamaca grande’, de Adolfo Pacheco, e ‘Imágenes’, de Leonardo Gamarra.
Batuta es un proyecto integral que acompaña el crecimiento de niños y jóvenes de Colombia, de entre 7 y 17 años, que se encuentran en condiciones vulnerables y han sido víctimas del conflicto armado. Según Lucía González, presidenta de la Fundación, la iniciativa ofrece una formación musical de excelencia, enfocada en la práctica colectiva, la inclusión social y la diversidad cultural.
“Somos una entidad sin ánimo de lucro que cuenta con el respaldo del Gobierno nacional, administraciones departamentales, municipales y entidades privadas. Agradecemos al gobernador del Atlántico, Eduardo Verano, por el apoyo a estas propuestas que propenden por el bienestar de la nueva generación musical del Atlántico y la región Caribe”.
Patricia Lucía Iriarte, gerente regional norte de Batuta, destacó que, a través del programa Sonidos de Esperanza, 4.764 niños y adolescentes en 32 Centros Musicales del Caribe, ubicados en 23 municipios del departamento del Caribe: La Guajira, Cesar, Magdalena, Bolívar, Córdoba, Sucre, San Andrés Islas y Atlántico, han encontrado en la música un espacio de crecimiento y empoderamiento. “Invitamos a todos los jóvenes del Atlántico interesados en el arte a unirse a nuestros centros, donde no hay requisitos de ingreso, solo la pasión por la música”, añadió Iriarte.
Katherine Zurache, directora académica de la Fundación, enfatizó que la pedagogía del proyecto busca ayudar a los jóvenes a descubrir su potencial a través de la música, fomentando habilidades sociales, empatía y la gestión de emociones.
“Nuestro trabajo abarca no solo lo musical, sino también el acompañamiento psicosocial que estos jóvenes necesitan, clave para que juntos construyamos el país que merecemos”, comentó Zurache.
Verónica Cantillo, secretaria de Cultura y Patrimonio del Atlántico, celebró el talento y la disciplina de los jóvenes, resaltando cómo la música puede transformar vidas y crear un tejido social sólido. “Los niños expresan sus emociones y potencial a través de la música, un mensaje poderoso que reafirma su importancia en la sociedad”, expresó.
La funcionaria subrayó la necesidad de escuchar a los niños y considerar sus perspectivas. “Como Gobierno, buscamos brindar protección integral y hemos incluido su bienestar en el plan de desarrollo del gobernador Verano, priorizando la seguridad y el acceso a espacios de lúdica y educación”.
Los estudiantes del programa Batuta compartieron su entusiasmo: “Aquí aprendemos y nos sentimos libres, me encanta el programa. Si les apasiona la música, ¡anímense a unirse, porque en Batuta la música transforma y los niños, niñas y jóvenes llevamos la ‘batuta musical’ del Atlántico para el mundo”, expresaron Melany Rojas y Rolfi Sanjuan, de Barranquilla.
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