miércoles, 15 de mayo de 2019

La invaluable labor de una madre sustituta

Han pasado casi 3 años desde que la barranquillera Oney Coronado registró una solicitud ante el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, ICBF para convertirse en ‘madre sustituta’ y acompañar las vidas de niños y adolescentes en situación de vulnerabilidad.  
Esta arquitecta de la Universidad de la Costa asumió el reto de albergar en su hogar a cuatro niñas que enfrentaban difíciles condiciones de vida, al ser víctimas de abandono, desplazamiento y abuso sexual.  Una labor que le ha cambiado la vida y de la que dice estar profundamente enamorada.
“Para mí es darles una oportunidad porque realmente vienen con muchas falencias. Si no es de educación, es de salud, de amor, pero en conjunto a ellos les hace falta muchas cosas”, expresa Coronado, quien dice ser sensible a las necesidades de estos menores, pues también es madre de Oney (28 años), contadora de Unicosta y Dagoberto (20 años), estudiante de Medicina.
“Cuando me entregan el primer caso, quedé impactada. Le abrí mi corazón a esa niña que estaba como cuando tú tiras un perrito a la calle lloviendo, sin comida, sin nada, indefensa… y sentí alg o en mí que me decía: “para  esto te quiere Dios”. Y me identifiqué bastante con la niña, al brindarle ese amor que ella necesitaba”, dice emocionada.
Hoy, como madre sustituta de 4 niñas con edades de 16 años, 10 años, 1 año y 7 meses, Oney Coronado reconoce y agradece el apoyo de sus hijos, quienes la han acompañado en este proceso que, en ocasiones puede resultar difícil, pero muy gratificante.
Tuve una niña, un caso muy impactante. Ya ella regresó donde sus abuelos, pero fue una niña que tocó medicarla, intentó quitarse la vida. Pero hoy en día tengo una conexión con esa niña y ver que, cuando llega a Barranquilla, lo primero que les dice a sus abuelos es que la traigan a mi casa, para mí es una gran satisfacción”, cuenta Coronado.
Como en todo hogar, existen reglas que deben cumplirse, privilegios y castigos. Si bien el estado emocional de las niñas es difícil, esta madre sustituta sabe lo necesario que es mantener la disciplina, porque “
no sólo es el hecho de tenerlas, sino de brindarles lo que ellas necesitan: un hogar, una estabilidad, estudio, salud, amor, comprensión, buenos principios y, sobre todo, enseñarlas a tener a Dios y a creer en Él”, afirma.
Por considerarla una linda labor con tantos beneficios para los niños en condición de vulnerabilidad, Oney Coronado, no duda en invitar a otras mujeres a vincularse a la iniciativa de ser madres sustitutas y darle una nueva oportunidad a un niño o niña que lo necesite. “La labor de madre sustituta se hace con el corazón”
puntualiza.
¿Qué es un hogar sustituto?
La modalidad de ‘hogares sustitutos’ del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, ICBF, desarrolla un proceso de atención interdisciplinario con el niño o adolescente y su familia o red de apoyo para superar las situaciones de vulneración de derechos de los menores.
Las mujeres o familias sustitutas acogen a los menores en sus casas a menores entre cero (0) y dieciocho (18) años, en condiciones de discapacidad, huérfanos o víctimas de armas de guerra, acciones bélicas o atentados terroristas en el marco del conflicto armado.
Otros menores aptos para ser acogidos por los hogares sustitutos, son aquellos con enfermedad de cuidado especial, hijos/as de adolescentes desvinculados, víctimas de reclutamiento ilícito, que se han desvinculado de grupos armados organizados al margen de la ley.
Las madres sustitutas no reciben sueldo, pero deben demostrar un sustento óptimo para ella y su familia. Los gastos de los menores en acogida corren por cuenta del ICBF que les proporciona: desayuno, almuerzo, cena y dos (2) refrigerios.
La capacidad de atención de cada hogar sustituto es entre uno (1) y tres (3) menores y, si se trata de hermanos, hasta cinco (5) menores pueden ser asignados a una familia.
En el caso de las madres sustitutas, deben ser mujeres entre los 23 y 55 años de edad, que tengan escolaridad mínima bachiller. Su trabajo no   remunerado, pero la satisfacción de poder ofrecer compañía, guía y apoyo emocional a menores en situación de vulnerabilidad, es la mejor recompensa.
Más información sobre hogares sustitutos, aquí:https://bit.ly/2HmK8ER

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