Hillary y Antonella, las niñas de 4 y 9 años de edad que murieron calcinadas al registrase un incendio en la habitación en la que dormían esta madrugada en el sur de Barranquilla, pertenecían a una familia que hace tres meses habían llegado a la ciudad huyendo de la crisis en Venezuela.
El padre de las niñas, el venezonalo José Antonio Sánchez Naranjo, en su afán de salvar a sus hijos resultó con quemaduras en diferentes partes de su cuerpo.
La esposa de Sanchez, una recién nacido y otros dos menores, resultaron afectados al inhalar el humo.
Arnulfo Rodríguez, vecino de la vivienda, relató que hacia la media noche escuchó los gritos de dos vecinas por lo que desesperado se asomó a la terraza para conocer qué estaba ocurriendo.
"Por instinto junto a otros vecinos nos volamos las rejas y ayudamos a sacar a tres niños, entre ellos un bebé de un mes de nacido, a la mujer y al señor pero no pudimos rescatar a las dos niñas porque las llamas superaban los tres metros de altura", indicó.Agregó que para apagar las llamas debieron detener los vehículos que pasaban por el sector para utilizar sus extinguidores. "De un momento a otro salió una vecina con un extinguidor grandísimo y mangueras y baldes de agua que no sabíamos de donde salían pero logramos apagar el fuego"
El oficial de servicio del Cuerpo de Bomberos, el Teniente Rodolfo Cabrera indicó que las niñas fueron alcanzadas por el fuego cuando dormía en la habitación, donde se presentó el fuego.
Hasta el momento no sabe que pudo originar el incendio.
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