El césped del estadio entró el pasado 6 de febrero en un tratamiento realizado por la firma Equiver, por intermedio de 3 agrónomos y 20 funcionarios encargados de su mantenimiento, así como un equipo de supervisión de la Secretaría Distrital de Recreación y Deportes. El proceso incluyó tres pruebas: topografía, altimetría y filtración, con las cuales se busca controlar posibles cambios en la fisonomía de la grama.
Asimismo, antes de la instalación de las estibas de protección se realizaron pruebas a los nutrientes del gramado para comprobar su estado. Posteriormente se realizó una fertilización completa y luego una fumigación para proteger la grama de cualquier elemento contaminante.
El Cuerpo de Bomberos lleva a cabo riegos manuales cada 6 horas sobre las estibas, las cuales son perforadas para permitir la circulación del agua por sus orificios. Esto con el fin de que el gramado esté hidratado permanentemente.
Una vez terminen los eventos la grama será sometida a un proceso de revisión con nuevas pruebas de topografía, altimetría y filtración, el cual terminará el próximo 8 de marzo, fecha a partir de la cual el estadio volverá a estar habilitado para la práctica deportiva.
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