A sus 39 años, se encuentra internado en la Unidad de Cuidados Intensivos de la Clínica Méredi, en Bogotá, luchando contra una enfermedad renal que ha afectado gravemente su salud desde hace varios años. Su familia, devastada por la situación, ha pedido una cadena de oraciones a amigos, seguidores y a toda la comunidad «diomedista», con la esperanza de que la fuerza de la fe les dé el apoyo necesario en esta dura prueba.
El diagnóstico de Miguel Ángel no es reciente. En el año 2014, el propio hijo del «Cacique de la Junta» reveló en una entrevista que padecía glomeruloesclerosis focal y segmentaria, una enfermedad congénita que, con el tiempo, deteriora la función renal y puede llevar a la insuficiencia total de los riñones. Este diagnóstico lo ha seguido a lo largo de los años, obligándolo a someterse a diálisis y, posteriormente, a un trasplante de riñón. Su madre, Yolanda Rincón, fue quien le donó el órgano hace más de una década, en un intento por darle una nueva oportunidad de vida. Sin embargo, esa esperanza ha comenzado a desvanecerse, ya que el riñón trasplantado ha comenzado a fallar, complicando aún más su estado de salud.
El estado de salud de Miguel Ángel es incierto, y su familia no ha dado detalles sobre un pronóstico a largo plazo. Sin embargo, lo que está claro es que esta situación ha unido a la comunidad vallenata y a los seguidores de Diomedes Díaz en una demostración de cariño y solidaridad hacia quien alguna vez fue visto como la continuación de su legado.
La enfermedad que padece, según la Mayo Clinic, es una afección que puede derivar en insuficiencia renal total, y cuya única solución en casos graves es la diálisis o un nuevo trasplante de riñón. El dolor de la familia es palpable, pero su esperanza se mantiene intacta. Mientras tanto, el país, y en especial el mundo del vallenato, mantiene la respiración, esperando noticias alentadoras sobre la recuperación de Miguel Ángel, el hijo de uno de los grandes íconos de la música colombiana.
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