Alarma en Barranquilla por los aberrantes asesinatos múltiples que se vienen desatando en los últimos dias en tempirada de pre carnaval, la pilicia se encuentra al frente de estos nuevos hechos que tienen a la ciydadania presa del temor pir lo que se esta viviendo.
Se sospecha de un extranjero y su pareja como los sospechosos que tiene en el radar la Policía Metropolitana de Barranquilla como autores del múltiple crimen que se descubrió la tarde de este sábado en el barrio Las Terrazas, en la localidad Suroccidente de Barranquilla.
A eso de las 2:00 de la tarde, en la carrera 34 No 81-229 del sector antes mencionado, un allegado de las víctimas se acercó hasta la casa finca llamada El Gran Chaparral y se topó con la macabra escena.
Dentro de la vivienda, en un baño, estaban los cuerpos de las hermanas Betzaida y Griselda Acevedo Ospina, de 32 y 34 años, respectivamente; el de Sandra Ricardo montes, de 32 años de edad, y en la parte posterior de la casa se encontraba el propietario de la parcela Jaime Enrique Herrera Oviedo, de 75 años de edad. Todas las víctimas, según la autoridad, tenían múltiples heridas de cuchillo y sus cuerpos estaban amarrados.
Vecinos del sector se mostraron asombrados con lo ocurrido y paralelamente lamentaron que Jaime Herrera terminara sus días de esa manera.
“Ese señor era serio en su trabajo, tenía más de 30 años de vivir ahí, era amante de los caballos… Él vivía ahí con su señora, una de las muertas y su cuñada”, expresó un vecino.
En la entrada al inmueble, los habitantes del punto dijeron además que Herrera Oviedo era ingeniero agrónomo y que trabajaba esa pequeña área rural dentro de la localidad Suroccidente.
“Una cuestión de esas nunca se había prestado por acá, eso nunca se había presentado…. Los degollaron a todos”, anotó otro de los hombres apostados en la entrada de El Gran Chaparral.
Frente a quién o quiénes pudieron haber cometido el múltiple crimen, los vecinos señalaron a unos “venezolanos” a los que Jaime Herrera Oviedo había dado posada desde hacía “algún tiempo”.
“Estaban ahí hace poquito, hicieron una casita de tabla ahí… Ahí vivía el venezolano, eran varios venezolanos los que estaban eran tres o cuatro muchachos morenos los que tenía trabajando en la finca”, anotó un vecino de la víctima.
Los allegados a las víctimas, por su parte, no desearon entregar declaraciones por lo sucedido.
Ante lo ocurrido, el general Mariano Botero Coy, comandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla, acudió al lugar de los hechos y desde allí entregó a los medios de comunicación las primeras indagaciones que adelantaron los investigadores de la Sijín.
“Es un hecho lamentable que se presenta aquí en esta zona semi rural de la ciudad de Barranquilla. Esto es conocido como la finca El Gran Chaparral, al interior de esta parcela se encuentran cuatro cuerpos sin vida, tres cuerpos de mujeres al interior de una casa y en las afueras de la parcela, al lado de una palma, se encuentra el cuerpo el cuerpo de un hombre de 75 años amordazado y ultimado con arma blanca”, expresó inicialmente Botero Coy.
Este luego señaló que, según los vecinos, hacia las 2:00 de la madrugada “se escucharon los ladridos de los perros”, pero no hubo ningún tipo de reacción del vecindario.
El general informó además que hacia las 8:00 de la mañana, un hijo del propietario de la finca le hizo varias llamadas por celular a su padre y, ante la falta de comunicación, decide llegar hasta el inmueble y es quien encuentra los cuerpos por la tarde. Esta persona es quien llama posteriormente a la línea de emergencia 123 de la Policía.
“Lo que encontramos en el cuarto y los pequeños espacios de la finca es que todo está revolcado. La información que nos brinda la ciudadanía es que durante un tiempo largo, superior a 5 meses, el señor asesinado dio posada a una pareja de ciudadanos extranjeros que, al parecer, tenían que trabajar en la finca y pagar por quedarse allí”, comentó Botero.
Al parecer, de acuerdo con lo expuesto con el general, el dueño del inmueble y el trabajador venezolano habrían discutido por el incremento en el arriendo que se debía pagar mensualmente. “De 15.000 pesos el dueño lo pasó a 30.000, situación que le habría incomodado al inquilino”, agregó el comandante de la Policía. Este luego precisó que se tomaba esa hipótesis de los ciudadanos extranjeros porque “el ciudadano que estaba viviendo ahí con su familia no se encuentra en el lugar, es por ello que estamos pidiendo a la comunidad que dé cualquier información que conlleve inicialmente a la búsqueda de esta persona ya sea para aclarar o para que nos diga qué pudo suceder”.
El general dijo además que se ofrecían 10 millones de pesos por información sobre el paradero de los ciudadanos extranjeros sospechosos del múltiple crimen.
Se conoció que las autoridades, aunque no reportaron las identidades de las personas, trabajaban con unidades de Policía de Carreteras y en la Terminal de Transportes para dar con la ubicación de las personas que estaban viviendo en la casa y después del caso se marcharon.
Se dijo que están tras la pista de una pareja, entre los 25 y 30 años, y un menor de edad.
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