Después de reconocer los avances que algunos países de Europa han conseguido, afirmó que queda claro que las medidas de distanciamiento social y de mantenerse en casa han tenido buenos resultados, pero el virus sigue siendo “extremadamente contagioso”, declaró en conferencia de prensa.
A pesar de comprender que las personas quieran seguir con sus vidas y sus trabajos, ya sea porque lo necesitan o porque están cansadas de estar en casa todo ese tiempo, no significa que se derrotara al virus y que no sean susceptibles. Recordó que la OMS continúa trabajando para que volver a la vida normal.
Dentro de las posibilidades a futuro, es posible que se establezca una “nueva normalidad” más que una normalidad, donde las personas tendrán que cuidarse más de la exposición a otras personas, hasta que no se identifique una forma de derrotar a la enfermedad.
Además llamó a empoderar a las personas de las comunidades y ayudar a enseñar sobre cuestiones básicas de salud para que se trabaje en conjunto, gobierno y población, de esta manera se combatirá más rápido la enfermedad.
Advirtió, que a pesar de que disminuya la enfermedad en Europa, continúa creciendo en África, América Latina así como en las regiones de Europa del Este, por lo que deberán continuar las precauciones a nivel mundial.
Hasta el momento unas 2 611 000 personas en el mundo han dado positivo a las pruebas de COVID-19 y más de 181 000 han perdido la vida por la enfermedad, de acuerdo a los datos de la Universidad Johns Hopkins.
Se estima que en las naciones con menores recursos el impacto sea mayor, por sus carencias en los servicios de salud.
Francia reportó este miércoles 544 decesos en 24 horas a causa del nuevo coronavirus, aunque la tendencia de los contagios es a la baja.
El total provisional de contagios se sitúa ahora en 21 340, informó el director de Sanidad, Jér me Salomon.
En total han muerto 13 236 personas en hospitales, es decir 336 más en 24 horas, y 8 104 en geriátricos, es decir 208 más.
Se trata del 14 día consecutivo que este indicador disminuye (-215 en 24 horas), un dato que los profesionales tienen muy en cuenta pues sirve de barómetro de la presión que pesa sobre el sistema hospitalario.
Sin embargo, esta presión continúa siendo fuerte, pues el número de pacientes supera las capacidades de Francia en esta materia antes de que estallara la epidemia, que era de 5 000 camas. A esto se suma que unos 2 000 enfermos de otras patologías también están hospitalizados en los servicios de cuidados intensivos, subrayó Salomon.
Por octavo día consecutivo, el número total de personas hospitalizadas también disminuyó: 29 741, es decir, 365 menos que 24 horas antes.
No obstante, continúa tratándose de “una epidemia masiva, severa”, que provocó la hospitalización de “casi 85 000” personas desde principios de marzo, recordó Salomon, quien insistió en que “la circulación del virus sigue estando a un nivel alto”.
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