martes, 28 de abril de 2020

Médicos que se quitan la vida ante la frustración de ver morir tantos pacientes de coronavirus


Sin duda, el personal médico es el que más impacto emocional puede tener al enfrentar cada día la realidad causada por el coronavirus.
Es por eso mismo que, en los últimos días, se han registrado noticias en las que se comunica el suicidio de médicos, enfermeros o técnicos de la salud, quienes no solo deben tomar todas las medidas preventivas correspondientes para cuidarse, sino también mantenerse firmes ante su profesión.
No pudo resistir ver tanta gente morir
Uno de los casos más recientes es el de John Mondello, quien con tan solo 23 años y empezando su carrera profesional, se disparó en la cabeza.
El galeno se había graduado de la Academia del Departamento de Bomberos a principios de febrero, y luego trabajó en el Grupo de Respuesta Táctica junto a la Estación EMS 18 en Claremont, Estados Unidos, una de las zonas con más solicitudes en el 911.
Sus familiares aseguraban que, aunque amaba su profesión, no se sentía feliz porque veía a diario gente fallecer. Además de las largas jornadas de trabajo y el bajo salario.
Mondello, de 23 años de edad, usó el arma registrada por su padre, un policía retirado de la policía de Nueva York, para terminar con su vida el pasado viernes en Queens.
En Twitter
@BlueIrishAngel: “HERO DOWN! Heart breaking. Such a young man with the world at his feet.  EMT John Mondello, 23, was found dead. He died from an apparent self-inflicted gunshot wound to the head. My heart goes out to his family and the #FDNY @FDNY at this sad time.  #JustOne #irishangel”
“¡HÉROE ABAJO! Corazón roto Un hombre tan joven con el mundo a sus pies. EMT John Mondello, de 23 años, fue encontrado muerto. Murió de una aparente herida de bala autoinfligida en la cabeza. Mi corazón está con su familia y el #FDNY @FDNY en este momento triste”
Segundo caso: no soportó las desgarradoras escenas
“Sólo intentaba hacer su trabajo y eso la mató”, expresó Philip Breen, el padre de la doctora Lorna M. Breen, quien trabajaba ayudando a los pacientes con COVID-19 en el hospital NewYork-Presbyterian Allen.
Ella no tenía antecedentes de enfermedad mental, pero cuando hablaron por última vez, dice su padre que la médica le contó lo insoportable que era tener que ver morir continuamente a los pacientes de contagio, incluso alguno antes de que pudieran ser sacados de la ambulancia.
“Estaba realmente en las trincheras de la primera línea de combate”, agregó devastado el padre al diario New York Post, quien pidió recordar a su hija como una “heorína”. “Es solo una víctima más del coronavirus”.
Curiosamente, la doctora había sido contagiada de coronavirus, pero logró recuperarse y volver al trabajo, justo antes de que tomara la decisión de quitarse la vida a los 49 años de edad.
La noticia: La jefa del departamento de urgencias de un hospital de Nueva York, Lorna Breen, de 49 años, se suicidó este domingo. Su padre contó que ella estaba en la línea del frente de atención a enfermos con coronavirus. Y estaba con un dolor inmenso de ver morir a tantos pacientes.

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