La próxima temporada de huracanes en el Atlántico que se iniciará en junio tendrá una actividad “superior al promedio anual” y registrará 16 tormentas con nombre, según el pronóstico anual que hace la Universidad Estatal de Colorado (CSU, en inglés) y difundido este jueves.
Uno de los factores que propiciará dicha proyección es la ausencia del fenómeno de El Niño, de acuerdo al Departamento de Ciencias Atmosféricas de CSU, que para su informe se basa en datos acumulados durante cuatro décadas.
Según Philip J. Klotzbach, investigador del Departamento de Ciencias Atmosféricas de CSU, la temperatura del Atlántico tropical y subtropical está “actualmente más caliente que el promedio de temperatura a largo plazo”, y ello es “un factor favorable para una temporada activa de huracanes”.
A la vez, se espera que la temperatura del Pacífico tropical disminuya durante los próximos meses, por lo que El Niño no coincidirá con la época de huracanes en el Caribe y el este de Estados Unidos.
En el reporte difundido hoy, el centro prevé 16 tormentas con nombre, ocho huracanes y cuatro de ellos de categoría mayor y con vientos sostenidos por encima de los 180 km/h, es decir de categoría 3 en adelante en la escala de Saffir/Simpson, que tiene un máximo de 5.
Según Klotzbach, la próxima temporada de huracanes, que culminará el 30 de noviembre, “exhibe características similares” a las de 1960, 1966, 1980 y 1996, siendo el 2008 el año más reciente con un pronóstico similar. De acuerdo al informe de hoy, hay un 69 % de probabilidades de que alguno de los huracanes afecte algún punto de la costa este de Estados Unidos (el promedio del siglo pasado fue de 52 %).
El pronóstico incluye 80 días de tormentas y 35 días de huracanes, por encima del promedio histórico de 59 y 24 respectivamente. Además, se ha estimado un 44 % de probabilidades de que un huracán llegue al Golfo de México y un 58 % de probabilidades de un huracán en el Caribe, ambos números significativamente por encima de los promedios históricos.
“Este reporte es nuestra mejor estimación de la potencial actividad de huracanes con las condiciones atmosféricas y oceánicas observadas la temporada pasada”, dijo Klotzbach en declaraciones a Efe, quien insistió en que el pronóstico es “solamente nuestra mejor anticipación” de lo que podría suceder con los huracanes.
“Resulta imposible predecir una temporada completa de huracanes en una fecha tan temprana como abril”, agregó, y por ello se difundirán pronósticos actualizados los días 4 de junio, 7 de julio y 6 de agosto.
Para desarrollar esos pronósticos, el Departamento de Meteorología de CSU trabaja junto con 24 otras universidades e instituciones nacionales a internacionales dedicadas a medición del clima, incluyendo, entre otros, el Centro de Supercomputadoras de Barcelona.
Desde 2018, también se usan datos de ciclones en los océanos Indico y Pacífico, y de los hemisferios norte y sur.
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