jueves, 25 de octubre de 2018

Asi será la salud del futuro

Nao, robot de origen francés, acompaña al personal médico en terapias para niños del espectro autista y con cáncer. 

Los vientos del cambio tecnológico soplan en la espalda de los humanos, impulsándolos hacia el futuro a gran velocidad, aunque no siempre está claro hacia dónde se va. Desarrollos modernos, producto muchas veces de años de investigación, son constantes en la ciencia y la medicina. No obstante, su aplicación no se completa en todos los caso, generando una brecha entre problema y solución.
Es ideal que las nuevas tecnologías en salud apunten a un acercamiento entre el profesional médico y el paciente y, además, garanticen que su objetivo se cumpla. Eso sí, en compañía de un humano que le dé sentido a su labor.Esa fue una de las principales conclusiones del foro Medicina y Tecnología, la llave de la supervivencia, organizado por EL COLOMBIANO, y apoyado por la Secretaría de Salud de Medellín y la Universidad EIA.La idea de que la tecnología puede ser más problemática de lo que vale, o que puede tener consecuencias catastróficas en el futuro, no es nueva.
Es un tema ampliamente tratado en la ciencia ficción posapocalíptica y distópica, que ocupa muchas veces el primer lugar en ventas tanto en las librerías como en las taquillas de cine. Ejemplos son The Hunger Games (Los juegos del hambre), Terminator o la serie Westworld, en la que robots toman conciencia.
Sin embargo, la tecnología sigue siendo protagonista principal de la vida real: tres de las cinco empresas más valiosas del mundo son compañías de tecnología, y según la más reciente encuesta TIC realizada por el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (MinTIC), 64 % de los colombianos ya usa internet.
Logros y tareas
Mientras continúa el debate sobre el límite del uso de desarrollos tecnológicos en la atención al ser humano, vale la pena recopilar algunos casos mencionados por Roselli, como ejemplos de éxito y que deberían ser la excusa para propiciar que la evolución continúe. Las vacunas, el traslado de pacientes, el uso de oxígeno y los controles prenatales, son algunos de ellos.
Sin embargo, hay pendientes en la tarea por alcanzar una empatía entre lo tradicional y lo innovador.
En Colombia, señala Nates, la salud mental y el cuidado asistencial, no cuentan con procesos tecnológicos avanzados en atención y prevención. Para Roselli, urge mejorar los sistemas de información con bases de datos automatizadas e historias clínicas únicas, que garanticen el éxito de la tecnología física.
¿Qué se deshumaniza?

Si la falta de procesos en salud fortalecidos ha complicado el uso de la tecnología en la medicina, el temor porque la máquina sea el reemplazo del ser humano, aleja más la idea de contar con los desarrollos como herramientas cercanas y óptimas.

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