Como se había prometido inicialmente durante la visita de inspección de la zona; los moradores con pico y pala en mano, jóvenes y adultos del barrio Juan Domínguez, se apersonaron de los trabajos quienes junto con los miembros del Edumas, llevaron a cabo la actividad prevista.
La barricada que servirá como medida de contención provisional, está construida con 400 sacos aproximadamente, rellenos de arena y dispuestos a frenar la penetración de las corrientes que se filtran por una de las rampas de acceso al arroyo.
Por su parte, Lisbeth Moya, agradeció inmensamente la iniciativa de la Entidad, asegurando que “no dormían pensando en que en medio de la noche el arroyo se les pudiera desbordar por una fuerte lluvia". Jóvenes como Álvaro Bovea, mostraron su entusiasmo por participar en la realización de las obras, manifestando su agrado por la “experiencia de trabajar codo a codo con Edumas”.
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