Ni reconciliación ni segundas oportunidades. La ruptura de Gerard Piqué y Shakira es definitiva y la de Barranquilla está tomando medidas para estar tranquila y a gusto en esta nueva etapa de su vida. Empezando por su casa. Y es que el nidito de amor que construyeron en Esplugues de Llobregat cuenta con una casa principal y dos aledañas, en las que se instalaron los Mebarak y los Piqué. Las tres están comunicadas y la artista ya planea reformas.
Según 'Mamarazzis', la relación con los padres de Piqué está bastante tensa dadas las circunstancias y Shakira no quiere malos rollos en casa. Por eso está dispuesta a levantar muros (literalmente) y convertir la casa de sus suegros en una independiente del resto de estancias para evitar tener que cruzarse con ellos en las zonas comunes, como la piscina.
Por el momento, los protagonistas de la ruptura del año siguen guardando silencio. No así sus personas más allegadas. Tonino, el hermano de Shakira, ha declarado este miércoles que la intérprete del Waka-Waka se encuentra regular: "Lo está pasado mal, es una separación", ha dicho muy amable a la prensa.
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