A partir de la resolución 09 del 21 de febrero de 1986, la rectoría de la Universidad del Norte creó el Consultorio Jurídico, una dependencia adscrita actualmente a la Unidad de Prácticas Jurídico Políticas y Servicios a la Comunidad (UPSC), cuyo propósito principal es brindar asesoría jurídica, gratuita, oportuna y calificada a personas de escasos recursos económicos.
Esta iniciativa se materializó en el Barrio Boston, en una casa ubicada en la carrera 45 con calle 76, bajo la dirección de la abogada Nicolasa De Luque. Se trataba de un lugar pequeño, con dos habitaciones convertidas en oficina, un par de mesas, sillas y 13 estudiantes de Derecho que pusieron su tiempo y conocimiento al servicio de la comunidad.
Para la decana de la División de Derecho, Ciencia Política y Relaciones Internacionales, Silvia Gloria de Vivo, este aniversario es un recordatorio de la labor intrínsecamente social de este centro. “Durante estos 35 años hemos ayudado a muchas personas y hemos formado generaciones de abogados que comprenden el derecho de una manera distinta, que adquieren una experiencia práctica en consultorio no solamente para ser buenos profesionales e intérpretes de la ley, sino también para transformar la sociedad. Atender las realidades de personas que viven en condiciones distintas a las de ellos les ha permitido ser más sensibles a la heterogeneidad de la sociedad colombiana y barranquillera”, comentó.
Cuando empezaron a vincularse más jóvenes y aumentó la demanda de asesorías, el centro fue trasladado a la calle 74 # 58-79, en el barrio El Prado. Se trataba de una casa más grande y fresca, de techos amplios y pintada de amarillo, donde se incorporaron salones y los estudiantes pasaban sus tardes vinculándose en diferentes proyectos.
María de Jesús IIllera, directora del Consultorio de 1996 a 2005 y actual docente de Derecho, rememora aquellas épocas como una experiencia placentera. Ella pasó de ser monitora a jefe de monitor, directora administrativa y directora académica del Consultorio. “Recuerdo que los estudiantes eran muy empáticos con las historias que los usuarios les contaban en relación a los conflictos que enfrentaban. Los jóvenes intentaban ir más allá en el apoyo a los clientes, por ejemplo, constantemente hacían recolectas. Y asumir su rol de estudiante en prácticas frente a las realidades complejas generaba en ellos muchas emociones y satisfacción”, evoca la docente.
Añade que "hoy, cuando observo cuánto ha crecido el Consultorio, el sentimiento es de alegría, orgullo y regocijo al ver los grandes resultados que se han obtenido. Corrobora la vocación de servicio y excelencia académica de nuestros estudiantes y la proyección de sus prácticas".
En esa segunda casa se construyó la sede actual en el año 2015, un edificio de dos pisos con fachadas modernas y color blanco pálido, situado en la calle 74 # 58-79 en el barrio El Prado. Esta dependencia surgió como una apuesta del departamento de Derecho por complementar la formación académica de los estudiantes de últimos semestres mediante un acercamiento a las problemáticas sociales que se viven en nuestra región.
Durante estos 35 años de funcionamiento, el Consultorio ha atendido más de 50 mil consultas y se ha convertido en un elemento clave para el reconocimiento de derechos, el acceso a la justicia y la convivencia pacífica de nuestra comunidad. Dentro de sus servicios se encuentran las asesorías, la representación judicial, la conciliación, las pasantías y las judicaturas. Y está integrado por estudiantes, profesores, asesores especialistas en distintas áreas del Derecho y colaboradores administrativos.
Para Laura Briceño Callejas, directora de la Unidad UPSC desde 2013, este centro no solo ayuda a personas de estratos 1, 2 y 3, sino que también se ha convertido en una escuela para los futuros abogados. “Además de destacar el servicio de asesoría jurídica que ofrece el Consultorio a la comunidad vulnerable, resalto que a partir de esta práctica los estudiantes pueden fortalecer competencias como el pensamiento jurídico crítico, la argumentación, la responsabilidad social y la ética”.
Además de las líneas de acción tradicionales, en el Consultorio se gestan ciertos proyectos sociales que tienen un componente jurídico y cuyo objetivo es mejorar la situación de una comunidad o población afectada. De esta manera, los estudiantes tienen un acercamiento a las realidades que aquejan a nuestra sociedad y adquieren un compromiso con su defensa.
Entre estos, se destaca el trabajo con mujeres, niños, población carcelaria, campesinos y personas LGBTI+. Otro de los proyectos sociales que se ha vigorizado durante los últimos cinco años es el proyecto de asistencia legal a migrantes venezolanos y colombianos retornados, donde se han atendido alrededor de 2500 migrantes y se han presentado más de 300 solicitudes de refugio.
Adicionalmente, el Consultorio cuenta con un canal virtual desde el año 2015, a través del cual se brindan los servicios jurídicos a personas que residen por fuera de la ciudad, lo que les ha permitido recibir consultas del 60 % de los departamentos de Colombia. Mientras que a nivel local se brinda consultoría a residentes de más del 80 % de los barrios de Barranquilla.
Si bien, hace seis años inició el proceso de tránsito hacia la virtualidad, este tipo de consultas se han incrementado durante la pandemia. Una testigo de este proceso es Gabriela Castillo, estudiante de décimo semestre de Derecho y quien ha brindado asesorías a los usuarios a través de encuentros virtuales o llamadas telefónicas durante su etapa práctica en el Consultorio. Para ella, este tránsito hacia la virtualidad ha permitido que las personas accedan a la justicia de una forma más sencilla y ágil.
“Gracias a esta nueva modalidad, los estudiantes hemos podido ayudar a más colombianos a través de la página web del Consultorio, donde los interesados llenan un formulario electrónico para acceder a este servicio sin arriesgar su salud ni trasladarse hasta el punto físico”, comentó la egresada del Colegio Instituto Alexander Von Humboldt.
"Tenemos hoy en día un Consultorio Jurídico con un robusto sistema de información, que nos permite el registro de la información de los casos que recibimos en tiempo real, así como mantener la trazabilidad de todo el trámite que se adelante para nuestros usuarios. También contamos con canales de atención en línea, así como nuevas metodologías de enseñanza para nuestros estudiantes, permitiéndoles ser líderes y agentes de cambio en nuestro entorno", agrega la directora.
Una mirada en prospectiva
Algunas de las metas a futuro que plantea Laura Briceño desde la dirección son fortalecer el litigio estratégico y seguir posicionándose como un consultorio que está innovando constantemente en la enseñanza para los estudiantes. Asimismo, espera realizar intervenciones con mayor impacto en donde, a partir de acciones jurídicas, se pueda mejorar la realidad de personas que se ven afectadas por un problema, y seguir trabajando en proyectos que permitan intervenir a otros grupos poblacionales.
“El Consultorio Jurídico es orgullo Uninorte. Quiero felicitar a colaboradores, estudiantes y egresados porque han construído juntos lo que es hoy: una unidad reconocida en la región y el país por el gran impacto que genera en la sociedad y el espacio de aprendizaje que se constituye para nuestros estudiantes”, concluyó la decana de la División en el marco de la conmemoración de los 35 años.
Hoy, esta dependencia continúa apostando por el reconocimiento de derechos, el acceso a la justicia y la convivencia pacífica en el territorio nacional. Fruto de la necesidad de brindar asesoría jurídica a personas de escasos recursos y testigo de múltiples transformaciones sociales, el Consultorio Jurídico de Uninorte sigue posicionándose como un centro orientador que cuenta con la confianza de más de 50 mil usuarios.
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