Regresa el Semillero del Carnaval de los Niños, un espacio para preservar el Carnaval en las nuevas generaciones

El evento, que regresa después de cinco años de ausencia, se realizará en el marco del Fin de Semana de la Tradición, los días viernes 23 y sábado 24 de enero, en la Plaza de la Paz.

Barranquilla, octubre de 2025. Carnaval de Barranquilla continúa sembrando la semilla del Carnaval en los más pequeños con el regreso del Semillero del Carnaval de los Niños, un espacio de gran importancia para fortalecer las raíces culturales y preservar la Fiesta más grande de Colombia para las nuevas generaciones.

El evento, que regresa después de cinco años de ausencia en la agenda festiva, se realizará en el marco del Fin de Semana de la Tradición, los días viernes 23 y sábado 24 de enero, en la Plaza de la Paz, donde niños y niñas de diferentes grupos folclóricos de la ciudad llenarán de color, música y alegría el corazón de Barranquilla.

Durante dos jornadas, el Semillero reunirá a 165 grupos infantiles, lo que representa cerca de 5.000 niños que expresarán su amor por el Carnaval a través de danzas y comparsas. El viernes 23 de enero se presentarán 102 grupos, de 10:00 a.m. a 5:00 p.m., y el sábado 24, 63 grupos, de 10:00 a.m. a 4:00 p.m.

Este proceso no contempla evaluación ni competencia entre los participantes. En su lugar, se desarrollará un proceso de curaduría pedagógica orientada a brindar recomendaciones y apreciaciones que promuevan la preservación y el fortalecimiento de las expresiones auténticas del Carnaval de Barranquilla.

El Fin de Semana de la Tradición se iniciará con el Semillero del Carnaval de los Niños, continuará con el Festival de Danzas Especiales y de Relación, el viernes 23 de enero a partir de las 5:00 de la tarde, la Fiesta de Comparsas el sábado 24 de enero terminada la puesta en escena del semillero y finalizará el domingo 25 de enero con la Fiesta de Danzas y Cumbias.

Con esta iniciativa, Carnaval de Barranquilla S. A. S. reafirma su compromiso con el futuro de la fiesta y con las nuevas generaciones de portadores del patrimonio, quienes garantizan que la tradición siga viva, creciendo y transformándose sin perder su esencia.