El estudio
La investigación se llevó a cabo con más de 1600 personas mayores de 60 años, y se descubrió que aquellos pacientes cuyas vidas eran solitarias, tenían una mayor probabilidad de mortalidad.Esto aplica no sólo a las madres, sino a todas las personas mayores. Por lo que si quieres prolongar la vida de un ser querido, sólo tienes que dedicarle tiempo, compañía y afecto.
Los datos hablan por sí solos: mientras que un 23% de los encuestados que decían ser solitarios, murieron dentro de los primeros 6 años del estudio, un 14% que reportó estar siempre en compañía vivieron más tiempo.
La Clave del deterioro:
Para los investigadores, la soledad fue un predictivo del deterioro funcional y la posterior muerte. De acuerdo a otra investigación complementaria, del departamento de Medicina Interna de la Universidad de California, en los adultos mayores, la condición general de salud no está influenciada sólo por condiciones estrictamente biológicas y médicas, sino también por la angustia psicosocial.
Es decir, que la buena salud de un adulto dependerá en gran medida de su estado de ánimo, sus relaciones sociales, y de su salud mental. Por lo que los expertos coinciden en que la soledad es clave para el deterioro de la salud.
La Soledad de los Mayores:
Cuando hablamos de soledad muchas veces pensamos en la tercera edad. Nuestra sociedad no siempre valora la experiencia y la enseñanza que pueden dejarnos nuestros abuelos, y muchas veces nos olvidamos de ellos. Así, algunos adultos que ya no pueden valerse por sí mismos son recluidos en hogares de ancianos, o simplemente pasa mucho tiempo sin ver a sus familiares. En este contexto, las personas entristecen, y eso afecta al alma y al cuerpo.
Darle el protagonismo que se merecen:
Nuestros abuelos son las raíces de nuestra familia. Ellos son el ancla, el timón de nuestro árbol genealógico. La profunda crisis de valores que venimos sufriendo en los últimos años hace que muchas veces no valoremos esto.
Los abuelos merecen protagonismo, dedicación y tiempo. Es nuestro deber darles el ese espacio que reconfortará su alma y le darán renovadas ganas de vivir. Su autoestima se fortalecerá y el reconocimiento será un gran aliciente para mejorar su salud en general.
La ancianidad llega mas tarde que antes:
Aunque muchos anciano5s viven en soledad y no tienen demasiada vida social, en el otro extremo están los “sexalesentes”. Este nuevo término, es una mezcla entre las palabras sexagenario y adolescente, y refiere a aquellos adultos mayores de 60 años que son activos, que tienen gran vida social y que no se quedan quietos.
Es bueno ver cómo muchos adultos ven el transitar a la tercera edad de forma positiva y no se quedan con la edad que dicen sus documentos. Ellos salen, van de viaje, hacen deporte, programan caminatas con amigos, y hacen piruetas con sus nietos.
Abuelos Modernis:
Mi madre, que ha pasado los 60, tiene un trabajo demandante, sale con sus amigas a menudo, va de vacaciones, va a yoga y a clases de baile. Y en medio de todo eso, cocina delicioso manjares para nuestra familia y cuida a mis hijos cuando se lo pido. Es una abuela con todas las pilas.
Mi suegro, que ha pasado los 70, hace tenis 2 veces por semana, natación, se reúne con amigos asiduamente, y tiene una vitalidad y energía envidiable. Nadie diría que tiene más de 70 años.Nos encanta reunirnos en familia, compartir el tiempo juntos. Mis hijos valoran mucho el tiempo con sus abuelos, y esto no sólo alimenta nuestra unión, sino que alegra nuestros corazones. La soledad no tiene cabida aquí.
Alarga la vida de tus seres queridos;
Ahora ya sabes que si quieres que tu madre viva por más tiempo, tienes que pasar más tiempo con ella. Y lo mismo para el resto de los adultos mayores de tu familia.
Alienta a tus padres y abuelos a pasar más tiempo incluso con sus amigos, vecinos o conocidos. Motívalos a que se inscriban en algún curso, o que vayan a algún taller de algún tipo, donde puedan socializar y hacer amistades nuevas.
Las relaciones sociales serán el antídoto contra la soledad y la depresión, y los ayudarán a conectar con otros, a ver su vida de forma positiva, y a sentirse felices por cada día vivido.
El Beneficio es Mutuo:
Contar con la presencia de nuestra madre, padre o abuelos cuando ya están grandes, tiene un valor incalculable. Podemos nutrirnos con sus experiencias, escuchar sus sabios consejos, aprender de sus virtudes y apoyarnos en sus abrazos.
Nos llenan de historias
Nos invitan a conocer otras realidades
Nos apoyan
Son el ancla de unión de nuestra familia
Nuestros hijos los adoran
¡Y cocinan riquísimo!
Pasar más tiempo con ellos no sólo alargará su vida, sino que fortalecerá su autoestima y alegrará nuestro corazón. Ve ahora a abrazar a tus padres y abuelos, ¡y alarga su vida!
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