La mujer ingresó al centro asistencial vestida de azul, con tapabocas y gorro, pero rápidamente fue descubierta en uno de los pasillos del centro médico con la criatura en sus brazos.
Personal que labora en el lugar se percató que la mujer no pertenecía al cuerpo de enfermeras, y algunos detalles de su vestimenta la delataron, como el calzar sandalias y usar pantalón del uniforme demasiado largo.
Sin embargo, un juez con funciones de control de garantías dejó en libertad a la mujer, porque no se tipificó el delito.
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